¿Alguna vez has viajado en un crucero? Hasta ahora había vendido muchos y oía a mis clientes hablarme maravillas de ellos. Veía como los primerizos caían rendidos al influjo crucerista, y se convertían en repetidores. Pero nunca sucumbí a la tentación.
Siempre he pensado que estar en un «resort» con pulserita las 24h no era mi forma de viajar y conocer un país. Hasta la primera vez que pisé un resort en la Riviera Maya… Entonces entendí que hay momento para todo, en esta vida…
El 05 de mayo, embarqué en el MSC ARMONIA, no es de los más grandes, pero no le falta de nada.

MSC ARMONIA

Piscina MSC Armonia

Casino MSC Armonia
En honor a la verdad, no me dejé llevar al 100 en el tema animaciones y demás fiestas temáticas que hacía el barco. La verdad es que iba bastante por libre. Cada uno coge lo que le interesa, pero desde que te levantas hasta que te acuestas hay todo un abanico de actividades de todas clases. En mi caso me dediqué a hacer excursiones durante el día y por la tarde / noche, teatro, cena y cócteles en cubierta -¡Lujazo máximo, poder tomarse una piña colada en cubierta viendo las estrellas y con la brisita del mar mientras navegas viendo la estela que deja el barco!- Vale, mi nivel de estrés es considerable y estás cosas me pueden mucho.. ¿qué queréis que os diga…? 😉 –
Primera recomendación, no subas al barco sin el todo incluido. Es gloria bendita, sacar la tarjetita de la habitación cada vez que pides algo y ver que la cuenta sale a 0€. Nosotros íbamos un buen grupo, y todos cogimos el todo incluido. Cuando nos encontrábamos en alguna terracita del barco y nos pedíamos la piña colada de turno, daba gusto sacar la tarjeta y decir, ¡ya invito yo! Una piña colada sin alcohol 5.95€…para que te hagas una idea…
En el restaurante buffet, había una máquina de hielo y agua, que podías servirte lo que quisieras… pero si llevas el todo incluido, puedes pedirte el agua embotellada y cualquier bebida que te apetezca que te la traen a la mesa.
El personal es lo más solicito que he encontrado nunca. Nuestro camarero de habitación, una pasada de amable. Se pasaba el día haciéndonos la habitación y cambiándonos las toallas. Hasta que le dijimos que no era necesario tantas veces, la nuestra podía saltársela por la tarde. Los camareros de restaurantes súper amables y atentos. Si os pasan un cuestionario donde debéis indicar el número de camarote y evaluar el servicio no dudéis en hacedlo, a ellos les va muy bien. – Sayida the best!-
Cada noche os dejan el diario de a bordo del día siguiente. Ahí encontraréis toda la información importante desde horarios, clima, horas de llegada y salida del puerto, vestimentas para las fiestas temáticas, horarios del teatro, y un largo etc.
Si en alguno de los puertos no llegáis hasta el mismo muelle y el desembarque es en lanchas, no olvidéis que para bajar por vuestra cuenta hay que coger turno de desembarque. Consejo, antes d ir a dormir o desayunar pasad por la recepción, a coger turno… así luego vais a tiro hecho y seréis de los primeros en desembarcar.
Por cierto, los últimos días del crucero, las tiendas del barco hicieron una especie de mercadillo en las zonas de tránsito con ofertas realmente interesantes. Los descuentos no están aplicados en el precio de los artículos así que no dudéis en preguntar a los dependientes. Nosotras aprovechamos la oferta en bolsos con un 75% de descuento, compramos bolsos de marca desde 40€…
Con un crucero no puedes conocer al 100×100 un lugar, sólo te da tiempo a una leve pincelada de cada zona de desembarque. Por eso, si eres de los que les gusta ver los lugares a fondo pero te llama el tema crucero, intenta elegir una ruta que sea más suave en cuanto a cosas para ver. Para que no te quedes con la sensación de no haberlo visto todo. Por ejemplo, yo hice el Caribe viendo La Habana, Belice, Roatán, Costa Maya y Cozumel. Es una ruta que ofrece excursiones culturales a distintas zonas arqueológicas mayas y a la vez puedes ver alguna playa paradisíaca del Caribe. Pero no ofrece inmensas ciudades sin fin, son zonas concretas, fáciles de acceder y de visitar en un tiempo estándar. A mi me gusta la playa, y esta ruta también me vino bien, pero hay otras menos Caribeñas e igual de cómodas para hacer en crucero – Pásate por mi oficina y te asesoro 😉 –
Nuestro itinerario lo planifique así: La Habana: visita a tope de la ciudad. Navegación: disfrute del barco – Este día ahora lo veo de otra manera. Creo firmemente que es necesario para relajarte, disfrutar, desestresarse, conocer el barco y aprovechar todo lo que te ofrece. -¡Un buen libro, una hamaca en un lugar poco transitado (en nuestro barco era en popa) y una piña colada… no digo más!- Belice: Zona arqueológica de Altún Ha y panorámica de la ciudad (la ciudad en realidad, no tenía mucho atractivo turístico así que la panorámica nos vino bien). Roatán: visita a la West Bay (a mi me apetecía relajarme en una playa del Caribe. Pero también te ofrecen mini tours por la isla). Costa Maya: Zona arqueológica de Chacchoben y tiempo libre en la playa de Mahahual. Cozumel: ya lo conocía así que me lo tomé de relax. Pero te ofrecen buceo, delfines…. Habana: resto por visitar y últimas compras. Esta es una ruta bastante relajada, pero que en vez de ofrecerte en todos los puertos las mismas excursiones de playa y visita por una ciudad isleña, típico de un crucero por el Caribe. Puedes alternarlo también con excursiones a zonas arqueológicas, para contrarrestar el relax del playeo con algo cultural.
Mi conclusión, si tu nivel de estrés es alto, te apetecen vacaciones pero sin llevar la maleta a cuesta todos los días o simplemente eres de los que disfruta viajando cómodamente viendo lo esencial. Viaja en crucero. Es cómodo, desestresante y muy entretenido. Si te lo montas bien, ves muchas cosas.
Me he enamorado de los cruceros. No sé si el mar Caribe, con esa paz y tranquilidad ayudó mucho al idilio. Pero pienso averiguarlo pronto con un próximo crucero por otros mares. Ya os contaré…
Os dejo este link con un vídeo de uno de los mejores momentos de mi crucero… AQUÍ